Está situado en la calle San José, º 4 de
Sevilla
El horario de misas es:
Días laborables: 08:15 horas.
Vísperas: 08:30 horas.
Festivos: 10:30 horas.
Los
inicios de este convento se remontan a 1496 y se debe a la concesión que hizo
la Reina Isabel la Católica de una manzana de casas de procedencia judía que
existía en su actual emplazamiento y de una sinagoga que hoy es el oratorio.
Las obras de acondicionamiento para la vida conventual, la llevaron a cabo los
arquitectos Juan de Simancas y Pedro Díaz de Palacios, terminándolas con la
construcción de la iglesia en 1572, es de una sola nave rectangular con un rico
artesonado mudéjar. Toda la vida del convento gira alrededor de dos pequeños
patios, el primero que hace las veces de claustro para el esparcimiento y
recogimiento de la Comunidad, es de planta cuadrada, adintelado con columnas de
mármol sobre pedestales en las dos plantas y vigas de madera en la planta baja.
Alrededor de él se ubican, entre otras dependencias, el refectorio y el despacho
de la abadesa en la planta baja y celdas en la planta alta, además de servir de
cementerio de la comunidad, según prescriben sus reglas.
El otro patio es de planta irregular.
Consta de tres galerías a tres alturas en algunos de sus tramos y alrededor de
él se distribuyen parte de la antigua nave de dormitorios, la enfermería baja y
algunas celdas. Este patio sirve de jardín y es el resto que ha quedado del
primitivo huerto. El espesor y los materiales de su cerramiento exterior
indican que éste probablemente formaría parte de la antigua cerca interior de
la Judería.
El Convento cuenta con una gran fachada a
la calle en la que se notan dos estilos bien diferenciados, por un lado uno de
inspiración judía, con ventanas en forma de estrellas de ocho puntas, como la
estrella de David y arcos de herradura y otro en el que vemos una gran portada
de piedra labrada y ventanas rectangulares que da acceso a la Iglesia.
La portada labrada en piedra de acceso al
convento la realizó Juan de Oviedo en 1590, en el dintel figura el escudo Real
y los escudos de la Orden y por encima un relieve en el que aparece la Virgen
entregando el rosario a Santo Domingo, en el frontón vemos otro del Padre
Eterno.
La iglesia es de las denominadas de cajón,
es de una sola nave rectangular, presbiterio y coro bajo y coro alto. La
cubierta es mudéjar de cinco paños. El presbiterio se cubre con una cúpula
mudéjar octogonal muy tallada y decorada.
El retablo mayor barroco que hoy vemos es
obra Francisco de Barahona en sustitución del anterior de Jerónimo Hernández,
del cual se conservan algunas de sus primitivas figuras apareciendo en el nuevo.
Consta de tres cuerpos y ático y una calle central y dos laterales, separadas
por columnas salomónicas.
En el centro presidiéndolo se encuentra
la Virgen del Rosario, por debajo el relieve de la Última Cena, arriba Santo
Domingo de Guzmán y en el ático el Calvario. En las calles laterales se
encuentran toda una serie de Santos.
A continuación otro retablo de pintura de
1620, de inspiración flamenca en el que aparece el Santo Entierro, las tablas
superiores de San Andrés y Santiago y la Visitación son de Villegas Marmolejo,
en las tablas inferiores aparece la Imposición de la Casulla a San Ildefonso y
el Martirio de Santa Catalina.
Le sigue otro retablo hornacina dedicado a San Juan Bautista de Miguel Adán.
Le sigue otro retablo hornacina dedicado a San Juan Bautista de Miguel Adán.
Sobre la puerta de la Sacristía hay un
cuadro flamenco del Martirio de San Lorenzo y seguidamente nos encontramos con
otro retablo en madera dorada y policromada con la imagen de la Virgen del
Rosario flanqueada por Santo Domingo y Santo Tomás de Aquino, en los relieves
se representan los misterios del Rosario.
Al final de la nave se abre la Capilla
del Correo Mayor de Sevilla, en honor del que ostentaba tal título, Don Pedro
de Jerez, que la mandó construir en 1570, es un espacio cuadrangular y decorado
con temas eucarísticos en sus yeserías, el retablo lo preside una pintura del
Calvario en el momento de la Sagrada Lanzada, atribuido a Pedro de Campaña en
1555.
En su interior se guardan toda una serie
de excelentes obras de arte de reconocidos artistas, a los citados podemos
añadir a Lorenzo Mercadante de Bretaña, a destacar pinturas murales realizadas
por Juan Valdés en 1684 y regaladas algunas de ellas a la Comunidad como dote
por el ingreso de propia hija en ese convento.
La clausura ricamente decorada por algunas de las obras de arte conservadas, como un espléndido Crucificado flanqueado por las imágenes de Santo Domingo y Santa Catalina o una bella imagen de la Virgen con el Niño en brazos.
Como en la mayoría de los conventos sevillanos, para complementar sus ingresos realizan labores para la calle y elaboran toda una serie de productos que hacen las delicias de los más golosos, como son, los bocaditos árabes, las yemas de batata, almendrados, bienmesabe, dátiles rellenos de mazapán, perrunillas, bocaditos de almendra y empanadillas hechas al horno y rellenas de boniato o cidra con aroma de aguardiente, todo ello se consigue a través del torno, desde el que se pueden ver los patios que distribuyen las distintas dependencias.
Como en la mayoría de los conventos sevillanos, para complementar sus ingresos realizan labores para la calle y elaboran toda una serie de productos que hacen las delicias de los más golosos, como son, los bocaditos árabes, las yemas de batata, almendrados, bienmesabe, dátiles rellenos de mazapán, perrunillas, bocaditos de almendra y empanadillas hechas al horno y rellenas de boniato o cidra con aroma de aguardiente, todo ello se consigue a través del torno, desde el que se pueden ver los patios que distribuyen las distintas dependencias.
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