CONVENTO DE SANTA MARÍA DE JESÚS
Está situado en la calle Águilas número
22, en él se encuentra la Congregación de Franciscanas Clarisas desde
principios del XVI. Fue fundado en 1502 por el primo de la Reina Isabel la
Católica, Don Álvaro de Portugal, este convento sufrió en 1765 un devastador
incendio, que destruyó una gran parte de él, teniendo que trasladarse la
Comunidad al vecino convento de San Leandro y al de Santa Inés de los que
volvieron un año después. De la primitiva construcción quedó muy poco
Este espacio se articula a través del
claustro principal al cual se abren la Iglesia, el refectorio, la enfermería,
la sala capitular y los dormitorios.
La portada renacentista de Alonso de
Vandelvira es de sobria apariencia, cuenta en el segundo cuerpo con la imagen
de la Virgen con el Niño en una hornacina, cuya autoría es de Juan de Oviedo al
igual que los ángeles que sostienen una cartela con la inscripción –SANCTA
MARIA ORA PRO NOBIS SEREN AÑO DE 1695-.
La Iglesia es la clásica de los
conventos, de una sola nave de tipo cajón y cabecera plana, separada del resto
por dos medias columnas toscanas que sostiene un arco de medio punto. Este
presbiterio está cubierto por una armadura mudéjar con paños policromados y en
los testeros laterales presentan una ornamentación de 1696 que simulan motivos
de yeserías. El resto de la nave tiene bóveda de cañón. Los azulejos que se
pueden ver en los zócalos son de finales del XVI, al igual que los adornos de
yeserías típicos del barroco ornamental sevillano.
El retablo mayor de 1690 de Cristóbal de
Guadix es todo un ejemplo del barroco sevillano. Las esculturas y relieves son
de Pedro Roldán excepto la imagen que lo preside, la Virgen cambiando los
pañales al Niño que se atribuye a Luisa Roldán. En el vemos cómo cuatro columnas
salomónicas separan las calles laterales de la central, en ellas se encuentran
San Francisco de Asís y por encima el busto de San Miguel y en el lado derecho
Santa Clara y el busto de Santa Catalina.
En el ático un relieve de la Natividad de la Virgen y a ambos lados las
imágenes de San Juan Bautista y San Juan Evangelista y en el remate el escudo
de la Orden de Santa Clara.
En el siguiente retablo vemos a un
Nazareno, más conocido como el Cristo del Perdón, y en él se puede observar la
misma colaboración entre ambos artistas que en el retablo mayor.
Junto a la
reja del coro se puede admirar el retablo mas antiguo de cuantos se encuentran
en esta Iglesia, el dedicado a Jesús Camino del Calvario, es de finales del
siglo XVI, tiene estructura clasicista y una composición muy armoniosa.
Otros
retablos de la misma época son, el dedicado a Santa Ana y la Virgen, La
Inmaculada, San Andrés o San Antonio de Padua, en todos ellos se ven una
decoración similar y el uso de columnas salomónicas.
El coro bajo es una sala rectangular con
zócalos de cerámica y una techumbre de madera, en el se pueden ver toda una
serie de obras en las distintas hornacinas así como pequeños retablos. En el
coro alto se conserva una armadura mudéjar de finales del XVI.
El claustro consta de tres galerías con
arcos peraltados sobre columnas de mármol en la planta baja y vanos adintelados
en la planta alta, mientras que su galería sur comunica con un pequeño patio de
arquerías sobre columnas.
En este convento la imagen de San
Pancracio, de escaso valor artístico, es objeto de una gran devoción. La
Comunidad Franciscana complementa sus ingresos con los trabajos de
encuadernación además de la elaboración de suculentos dulces.
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