CONVENTO DE SANTA CLARA
Está situado en la calle Santa Clara nº
40, en él se albergaba la
Congregación de Hermanas Franciscanas Clarisas desde el año
1289, tras una donación del Rey Sancho IV, anteriormente en estos terrenos se
encontraba el Palacio del Infante don Fadrique, hermano de Alfonso X el Sabio, del
que queda su conocida torre de 1252, es de planta cuadrangular y consta de tres
cuerpos en los que se aprecia la transición entre el románico y el gótico,
curiosamente es en esta Torre en la que por primera vez se manifiesta la
escultura medieval cristiana en nuestra ciudad.
Se accede a través de un hermoso compás,
a la izquierda nos encontramos con una portada gótica de principios del XVI,
perteneciente al antiguo Colegio Universidad de Maese Rodrigo y un monumental
pórtico diseño de Juan de Oviedo y Miguel de Zumárraga y construido en 1622,
con una espadaña decorada de azulejos de finales del XVI, de Juan de Vandelvira
y Diego Coronado, nos permite el paso a la Iglesia del siglo XV, es la típica nave
conventual de planta de cajón, con bóveda de nervadura en la cabecera y
cubierta de madera de lacerías mudéjares en el resto, en los muros el zócalo,
sobretodo de la cabecera, de dos metros de altura todo él de azulejos pintados
con motivos renacentistas está fechado en 1565 y el resto de 1622.
El retablo mayor de Martínez Montañés de
1621, se adapta a la cabecera poligonal, en 1722 se reforma la calle central
añadiéndole los estípites. Está dedicado a los distintos Santos de la Orden, el resto de los
retablos con los que cuenta esta Iglesia son también de Martínez Montañés,
están dedicados a la
Inmaculada, a San Juan Bautista, a San Francisco de Asís y a
San Juan Evangelista. Los relieves que lucen en el ático tanto el de la Inmaculada como el de
San Juan Bautista son de Francisco de Ocampo de 1633. Los muros estan decorados
con yeserías del primer barroco de Juan de Oviedo y Zumárraga, en el coro bajo
se muestra una armadura de de principios del XVII y la sillería y el facistol
de 1594.
El claustro principal es de los más
antiguos, cómo reza en uno de los capiteles en el que se puede leer 1532., es
cuadrangular y cuenta con dos plantas, cuenta con arquerías sobre columnas, en
la planta baja son arcos de medio punto y en la planta alta con arcos
carpaneles, excepto en uno de los laterales que tan sólo cuenta con tres
ventanas mudéjares.
Por todos lados llama la atención la magnifica muestra de
zócalos de azulejos, al igual que el refectorio, en el que se alberga un
Crucificado del XVI y toda una serie de pinturas barrocas. En la Capilla del Nacimiento hay
un magnifico grupo escultórico atribuido al círculo de la Roldana. En la Sala del Cementerio se
encuentra el sepulcro de 1350 del Obispo de Silves, Fray Álvaro de Peláez.
En 1996 abandonaron el convento las
últimas religiosas y se desacralizó el complejo en 2001 año en el que se llegó
a un acuerdo entre el Palacio Arzobispal y el Ayuntamiento, por el cual la
ciudad pasaría a ser su legítima propietaria, hoy alberga el Instituto de la Cultura y las Artes de
Sevilla.
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