miércoles, 4 de diciembre de 2013

IGLESIA DE LA MAGDALENA

Está situada en la calle San Pablo, s/n de Sevilla.
El horario de misas es:
Lunes a Viernes: 08:00, 09:00, 10:00, 10:30, 19:00 y 20:15 horas.
Sábado: 19:00 y 20:15 horas.
Domingo: 08:30, 09:00, 10:30, 12:00, 13:00, 19:00 y 20:15 horas.
Esta Iglesia conforma uno de los conjuntos más representativos del barroco. Antiguamente era la primitiva Iglesia del Convento de Dominicos de San Pablo de la que solamente quedan algunos restos tras su hundimiento en 1691, la nueva construcción data de 1709 fecha en la que el arquitecto Leonardo de Figueroa la inicia respetando su anterior perímetro, la parroquia como tal se encontraba en la actual plaza de la Magdalena hasta que en 1810 se tuvo que trasladar a la actual, como consecuencia de otra de las tropelías que llevaron a cabo los gabachos al destruirla durante la invasión napoleónica, para llevar a cabo su concepción urbanística. En la antigua Iglesia dominica se consagró como Obispo de Chiapas, Fray Bartolomé de las Casas en 1691, como así reza una placa colocada en su fachada recordando tal evento.
El exterior presenta dos portadas barrocas de principios del XVIII, aunque el acceso se realiza por la que da al costado de la calle San Pablo, la otra, la de los pies es la principal aunque normalmente se encuentra cerrada, es la más interesante, sobre ella se encuentra la imagen de Santo Tomás de Aquino y sobre el conjunto un óculo enmarcado por esferas cerámicas azules que representan los quince misterios del rosario, a ambos lados de éste dos relojes de sol y sobre la fachada la grandiosa espadaña triple, también de Leonardo de Figueroa, supliendo perfectamente la ausencia de una Torre campanario, a la derecha de la portada se encuentra un retablo cerámico antiguo con la Virgen del Amparo. 
 
 
En la portada lateral, a su izquierda hay otra portada sencilla y amplia con arco de medio punto y a la derecha de esa portada lateral, se encuentra otro retablo cerámico del Cristo del Calvario, junto a él destaca la gran portada del crucero de tejaroz de 1694, cuenta con una interesante ornamentación, con la imagen de Santo Domingo de Guzmán, atribuida a Pedro Roldán.
 
 
Su interior de tres naves y crucero cuenta con una gran cúpula central con linterna octogonal similar al tambor que sostiene el conjunto, con decoración de esculturas del primer cuarto del XVIII de los Padres de la Iglesia y los Evangelistas, todas ellas del taller de Pedro Roldán, al igual que los relieves policromados de la pechinas de la cúpula, en los que se pueden ver escenas del Antiguo Testamento. 
La escena del Triunfo de la Fe de la bóveda del presbiterio es obra del pintor Lucas de Valdés Leal, de su taller salen el Auto de Fe en el muro derecho con el cortejo y los que van a ser ajusticiados y la Entrada de San Fernando en Sevilla cortejo incluido, con las ordenes religiosas y la procesión de la Virgen de los Reyes bajo Palio, que se encuentran en los brazos del crucero y las pinturas de la cúpula, los Misterios del Rosario de las naves laterales... 
...la Batalla de Lepanto en la nave de la Epistola en el testero de la capilla Sacramental y los Apóstoles de los primeros pilares, los que aparecen en los pilares de los pies se corresponden con pintores de la escuela sevillana, cómo Clemente Torres o Germán Lorente. Las yeserías se hallan hábilmente combinadas con la madera tallada y dorada.
 
La nave central se cubre con una bóveda de cañón y arcos fajones y las laterales con bóvedas de arista, se sostienen sobre grandes pilares cruciformes. Sus muros estan ricamente decorados con pinturas murales del primer cuarto del siglo XVIII, con escenas de la Orden de los Dominicos, la mayoría fueron realizadas por Lucas Valdés.
 
El Retablo Mayor barroco es espectacular, pudo ser diseñado por Pedro Duque Cornejo, autor de sus imágenes excepto la de la Magdalena, consta de banco, dos cuerpos con tres calles y ático, sus calles estan separadas por columnas con fustes salomónicos y estípites, está dedicado a San Pablo cuya imagen aparece en la hornacina central del segundo cuerpo, teniendo a ambos lados a San Benedicto XI y San Pío V, ambos Papas son dominicos, en la hornacina principal del primero se encuentra la Magdalena, una imagen de Felipe Malo de Molina de 1704 procedente de la antigua parroquia, está flanqueada por una talla de Santo Domingo de Guzmán y San Francisco, en el banco se encuentra una pequeña y bellísima imagen de la Inmaculada del XVIII que cierra el Tabernáculo. En el ático se encuentra un relieve en el centro que representa la escena de la Conversión de San Pablo teniendo a ambos lados a Santa Catalina de Siena y Santa Rosa de Lima, en el remate el escudo dominico.
 
 
 
 
 
 
En los intercolumnios se ven pinturas de Lucas Valdés de distintos Santos de la Orden dominica y en ambos testeros de ese presbiterio dos enormes cuadros del mismo autor, David ante el Arca de la Alianza y la Ofrenda del Sumo Sacerdote Melquisedec, bajo estas pinturas se encuentran sendas portadas de mármol con columnas salomónicas y rematadas cada una de ellas por las esculturas alegóricas de la Esperanza y la Caridad y un magnifico púlpito.
A la derecha, en la nave de la Epístola se encuentra la Capilla de la Hermandad del Calvario. Un crucificado que sigue lo cánones marcados por Martínez Montañés, fue realizado por Francisco de Ocampo en 1612, esta extraordinaria talla se encuentra flanqueada por la Virgen de la Presentación de Juan de Astorga de 1845 y al otro lado se encuentra la imagen de San Juan Bautista del mismo autor. La siguiente imagen se ha tomada prestada ya que al realizar las restantes, la Virgen se hallaba en el Triduo en el Altar Mayor.
 
 
 
En el brazo derecho del crucero se encuentra la capilla dedicada a San Antonio, cuya imagen es del XVIII, en la parte inferior del retablo está la cabeza de un Cristo, le siguen los retablos de la Virgen del Carmen, una imagen de vestir de mediados del mismo siglo, el retablo de San José con el Niño, atribuidos a Montes de Oca y el del Sagrado Corazón de Jesús.
 
 
 
Saliendo del crucero nos encontramos con el retablo de la Asunción de la Virgen, una magnifica obra en relieve de Juan de Mesa de 1619, en el ático aparece la Coronación de la Virgen.

 
A continuación se sitúa la capilla Sacramental, presidida por la Inmaculada de Pedro Duque Cornejo y a ambos lados las figuras de San Miguel y San Rafael, destaca el Sagrario de plata del XVIII y la Custodia de Juan Laureano Pina de 1670. Las pinturas que podemos ver son excepcionales, cómo la Curación milagrosa de Fray Reginaldo de Orleáns y Santo Domingo de Soriano, ambas realizadas por Francisco de Zurbarán.
 
 
En el lateral de la puerta de salida se encuentra la capilla dedicada a la Hermandad de la Quinta Angustia, es de planta rectangular y cuenta con presbiterio y su retablo gótico mudéjar datado entre el XIV y el XV, procedente del antiguo templo dominico, está presidido por el magnifico grupo escultórico del Descendimiento, obra de Pedro Roldán excepto la Virgen y San Juan que son de Rodríguez Caso de 1934. La decoración se completa con pinturas de Juan Valdés Leal y las figuras del Niño Jesús, procesiona en el Corpus de la parroquia, y el Resucitado, ambas son de finales del XVI y realizadas por Jerónimo Hernández.
Le sigue el relieve de la Aparición de la Virgen a San Cayetano y el retablo dedicado a Santa Rita de Casia.
 
A los pies de esta nave se sitúa la capilla Bautismal con el Cristo del Gonfalón, una talla renacentista atribuida a Nicolás de León de principios del XVI. En la pila bautismal que vemos en el centro, se bautizó el pintor Bartolomé Esteban Murillo.
 
En la nave del Evangelio, en el brazo del crucero, nos encontramos con la Capilla de Nuestra Señora del Amparo, una imagen de mediados del XVI atribuida a Roque Balduque que goza de una gran devoción, tanto es así que cuenta con su propia hermandad. Su retablo del siglo XVIII cuenta con columnas salomónicas y se completa con las imágenes del mismo siglo de San Joaquín, Santa Ana y San José. Está delimitada por una reja del XVIII al igual que su retablo realizados por Juan de Valencia y relieves que representan escenas de la vida de San Pablo del círculo de Pedro Roldán.
Le sigue Santa Rosa de Lima en una hornacina, una imagen barroca de candelero.
A continuación vemos la Capilla de la Milagrosa, una obra del XVIII, no así la imagen de la Dolorosa, la Virgen de la Antigua, Siete Dolores y Compasión que es de Pedro Roldán realizada en 1650. Es una Dolorosa de talla completa, no es de vestir, con un estilo más propio de la escuela castellana. Se nos presenta de rodillas y con sus manos entrelazadas en actitud orante. 
 
Le sigue el retablo de San Joaquín, Santa Ana y la Virgen, representando la educación de la Virgen, el autor de ambas mujeres se atribuye a Ruiz Gijón hacia 1675, mientras que San Joaquín lo realiza Cristóbal Ramos hacia el último cuarto del XVIII.
 
Al otro lado de la entrada de la Sacristía se encuentra el retablo de la Virgen de las Fiebres, una imagen que goza de una gran veneración, realizada por Juan Bautista Vázquez el Viejo en 1565, mostrándola con el Niño en brazos, toda ella expresa una gran delicadeza y dulzura, una obra maestra del Renacimiento. Su advocación le viene por que a ella se encomendaban las mujeres que sufrían de fiebres tras el parto, causando una gran mortandad en la época. 
 
 
 
El siguiente es el del Nazareno de las Fatigas, una imagen de autor desconocido, aunque se le atribuye a Gaspar de Ávila, está datado hacia el siglo XVII, es otra de las imágenes que gozaba de una gran devoción, se encuentra entre Santo Tomás de Aquino y San Vicente Ferrer, ambas del XVIII. El retablo estaba dedicado a San Pablo, y en él aparecen imágenes del Santo.
 
El siguiente retablo barroco que nos encontramos es el de la Virgen del Buen Consejo, una talla en relieve realizada por Sebastián Santos en el pasado siglo XX, presenta a la Virgen de medio cuerpo con el Niño en brazos y flanqueados por Santa Bárbara y Santa Catalina 
 
 
A continuación se encuentra el retablo de las Ánimas del Purgatorio, un magnifico lienzo del XIX.
 
Y por último el retablo de la Milagrosa, con Santo Tomás de Aquino y San Vicente Ferrer a ambos lados.
A los pies de la nave se encuentra la capilla de la Virgen del Rosario, el órgano y el coro profusamente decorado.
 
 
Desde el brazo izquierdo del crucero nos adentramos en la Sacristía y nos encontramos con dos crucificados, el primero que se encuentra en el pasillo es el Cristo del Perdón del siglo XVII y ya en la Sacristía otro crucificado de Juan Bautista Vázquez el Viejo, una obra de extraordinaria calidad.
 
 
Los techos se encuentran, al igual que el resto del templo, con gran decoración pictórica y excelentes zócalos de cerámica, albergando una orfebrería de gran riqueza.

 



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