Está situada en la calle Vázquez de Leca,
nº 12 de Sevilla.
El horario de misas es:
Lunes a Viernes: 20:00 y 20:30 horas.
Sábado: 20:30 horas.
Domingo: 11:00, 12:00, 20:00 y 20:30
horas.
Es el templo gótico más antigua de la
ciudad, su construcción de 1280 se debe como agradecimiento de Alfonso X el
Sabio por haberse curado de una grave dolencia ocular por intercesión de Santa
Ana, madre de la Virgen. A lo largo de los años ha sufrido distintas
modificaciones y reconstrucciones, la primera sería en tiempos de Don Pedro I
por las consecuencias del terremoto de 1356 y en 1756 el terremoto de Lisboa
causó un gran destrozo siendo el arquitecto Pedro de Silva el que volviera a
reconstruir las fachadas, abriendo ventanas en las galerías y se consolidó su
torre (20) de base mudéjar del siglo XIV, el segundo cuerpo y el cuerpo de
campanas son de la segunda mitad del XVI.
Fue el primer templo levantado de nueva
obra en Sevilla, ya que tras la Toma de la ciudad fueron muchos los
cristianos que se asentaron en Triana, arrabal sevillano, con lo cual la vida de la
Parroquia era de gran actividad.
Con el Descubrimiento muchos de los que
participaron, nobles, mercaderes o soldados que hicieron fortuna en aquellas
tierras y tenían cierta vinculación con el barrio, decidieron construir y
patrocinar la decoración de las capillas que existen alrededor de la nave
central de la Iglesia.
Hasta el 1830 las hermandades del barrio
hacía su estación de penitencia a este templo, siendo la primera en cruzar el
puente de barcas para ir a la Catedral, la hermandad de la O, posteriormente le
seguirían las restantes hermandades. Es muy destacable la celebración del
llamado Corpus chico, una procesión que data del siglo XVI.
Su estructura es rectangular sin crucero
y es la clásica de tres naves, siendo la nave central más alta y ancha que las
laterales, se nota nuestro pasado románico al apoyar arcos y nervios en
columnas cortas apoyadas en ménsulas con capiteles. A los pies se sitúa el Coro
y cuenta con capillas adosadas a los muros laterales y a los pies la torre
campanario.
Las dos portadas (19) laterales muy transformadas pertenecen a la fase inicial, siendo la de la izquierda, la del Evangelio, la de mayor interés, cuenta con arquivoltas abocinadas y los típicos dientes de sierra en el exterior, conservando la transición del románico al gótico y conservando dieciséis cabezas de leones de ese primer periodo en la parte superior. En cuanto a la portada de los pies de 1600 es más clasicista aunque en el siglo XVIII se le añadieron elementos barrocos.
Las dos portadas (19) laterales muy transformadas pertenecen a la fase inicial, siendo la de la izquierda, la del Evangelio, la de mayor interés, cuenta con arquivoltas abocinadas y los típicos dientes de sierra en el exterior, conservando la transición del románico al gótico y conservando dieciséis cabezas de leones de ese primer periodo en la parte superior. En cuanto a la portada de los pies de 1600 es más clasicista aunque en el siglo XVIII se le añadieron elementos barrocos.
Las cubiertas son de ladrillo y forman
una azotea con antepechos abalaustrados en su perímetro con remates de
pináculos y jarrones de cerámica vidriada. Las fachadas se decoran con retablos
cerámicos en los que se representan a Santa Ana con la Virgen y el Niño, otro
de la Virgen del Carmen y el siguiente de la Divina Pastora, todos ellos muy
trianeros al incluir sus azulejos.
Las capillas de los pies de la nave
izquierda se añadieron en el siglo XV y un siglo después se le dotó de la
capilla Sacramental adornada con yeserías platerescas en el frente. A finales
de siglo se completó con las capillas de ambas naves.
La estructura del interior es como sigue:
1.- Altar Mayor
2.- Capilla del Calvario
3.- Díptico
4.- Retablo de San José con el Niño
5.- Capilla de San Joaquín
6.- Capilla de la Virgen de la Victoria
7.- Lauda Sepulcral
8.- Capilla de la Divina Pastora
9.- Capilla de las Ánimas
10.- Trascoro
11.- Coro y órgano
12.- Retablo de Santa Justa y Rufina
13.- Capilla de San Francisco
14.- Capilla Bautismal
15.- Capilla de San Cristóbal
16.- Capilla Sacramental
17.- Sexta Angustia
18.- Capilla de Madre de Dios
19.- Portada
20.- Torre
21.- Acceso a la Cripta
En su interior destaca el gran retablo plateresco de la Capilla Mayor (1) que preside la nave central, consta de banco, tres cuerpos de siete calles y ático en el que se combinan perfectamente esculturas, relieves y pinturas. Fue realizado por Nufro Ortega y Nicolás Jurate y las pinturas de las quince tablas son de Pedro de Campaña. Toda la iconografía gira en torno a la vida de Santa Ana y la Virgen.
En el banco aparecen relieves de los
Evangelistas y ángeles pasionarios y en el primer cuerpo las imágenes de San
Pedro y San Pablo, un relieve de la Santa Faz y pinturas con escenas de San
Joaquín, en el segundo cuerpo se encuentran Santiago y Judas Tadeo flanqueando
cuatro pinturas de escenas de la Virgen. En tercero y sobre el camarín central
aparece San Jorge, a ambos lados el Nacimiento del Niño y la Visitación y al
otro lado el Nacimiento de San Juan y los Desposorios de la Virgen María y San
José.
En el ático, la parte más complicada del retablo, aparece en el centro la Asunción de la Virgen y a ambos lados María de Salomé y María de Cleofás cada una con sus hijos.
En ese camarín central se encuentran las
imágenes de la segunda mitad del siglo XIII de Santa Ana, la Virgen y el Niño,
son de las denominadas de vestir, y en ellas el barrio de Triana derrocha todo
su encanto al dotarlas de bellas y muy vistosas telas. Posteriormente las tuvo
que retocar Francisco de Ocampo en el XVII.
A ambos lados de ese presbiterio hay
otros dos retablos realizados en el siglo XVII por el padre de Alonso Cano,
Miguel Cano y Juan del Castillo, el de la izquierda con una pintura central de
la Piedad y flaqueándola otras de San Juan Bautista, San Francisco de Asís, San
Pedro, San Diego de Alcalá, Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Paula.
En el del lado contrario lo preside la Virgen del Rosario y las pinturas de San
Antonio de Padua, San Fernando, la Adoración de los Reyes, Santa Inés, San
Diego de Alcalá y San Diego de Amarante.
A continuación la capilla de San Joaquín
(5), el retablo es muy posible que sea de Bernardo Simón de Pineda y la imagen
de Blas Muñoz de Moncada. Le siguen una serie de pinturas sobre tabla,
destacando la figura central de Santa Catalina de la segunda mitad del XVI.
A continuación la capilla de la Virgen de
la Victoria (6), la reja que la delimita es de principios XVII al igual que los
zócalos de azulejos que decoran su interior. El retablo es del taller de Simón
de Pineda y la imagen que lo preside, la Virgen de la Victoria pertenece al
XVI.
Le sigue la lauda Sepulcral (7), es un
retablo de pinturas sobre tabla del XVI con la Inmaculada presidiéndolo y
flanqueada por otras pinturas de San Jerónimo y San Agustín. A los pies se
sitúa la Lauda Sepulcral de Iñigo López, un sepulcro cerámico renacentista, realizado
por el ceramista Niculoso Pisano y representa a un desconocido individuo
tendido, esta protegida por una verja, ya que existe la leyenda de que aquella
moza casadera que le golpee la cara, se casará en breve tiempo.
Por último en esta nave de la Epístola se
encuentra la capilla de la Divina Pastora (8), de Gabriel de Astorga, una
capilla pintada en su totalidad de
blanco reluciente..
A los pies nos encontramos con la capilla de las Ánimas
del Purgatorio (9), cuenta con una reja de 1591 y yeserías barrocas de Martín
Toledo, destacan sus zócalos de azulejos de 1576 del ceramista Alonso García,
el retablo está presidido por la Virgen del Carmen y San Rafael y San Gabriel a
ambos lados, en el ático se corona con un relieve representando a las Ánimas.
Frente a la puerta principal se encuentra
el Trascoro (10), cerrado por una verja tras la que se encuentra el altar
dedicado a la Virgen de la Rosa, una pintura sobre tabla realizada por Alejo
Fernández en el segundo cuarto del XVI, a ambos lados y en dos hornacinas se
encuentran las tallas de San Felipe Neri y San Juan Nepomuceno. Bajo éstas se
accede al coro por dos puertas magníficamente talladas.
El Coro (11) cuenta con facistol y doble
fila de sitiales anteriores al siglo XVIII y dos órganos, el de la derecha es
de Valentín Verdalonga de 1814 y el de la nave del Evangelio es ficticio.
En sus muros podemos ver las tallas de San Francisco de Paula y de Santa Teresa, provenientes del desaparecido convento de Nuestra Señora de los Remedios, actual Museo de Carruajes, en medio se encuentra el Retablo de las Santas Justa y Rufina (12) en una hornacina trilobulada, se presentan como es habitual en ellas, sostienen entre ambas a la Giralda y a los pies piezas de cerámica, todas estas imágenes son las denominadas tallas de candelero.
En sus muros podemos ver las tallas de San Francisco de Paula y de Santa Teresa, provenientes del desaparecido convento de Nuestra Señora de los Remedios, actual Museo de Carruajes, en medio se encuentra el Retablo de las Santas Justa y Rufina (12) en una hornacina trilobulada, se presentan como es habitual en ellas, sostienen entre ambas a la Giralda y a los pies piezas de cerámica, todas estas imágenes son las denominadas tallas de candelero.
A la izquierda de esa portada principal
se encuentra la Capilla de San Francisco (13), su portada está ricamente
decorada con yeserías del XVIII de Martín Toledo y una reja de 1570, el retablo
de pinturas sobre tabla es del XVI, pintado por Villegas Marmolejo, en el
centro aparece el Santo estigmatizado y a ambos lados San Juan y San Pablo.
A su izquierda se encuentra la Capilla
Bautismal (14), data de 1614 y realizada por Diego López Bueno, cuenta con una
decoración a base de azulejos de esa época, destaca una pintura de Tomás
Martínez del Bautismo de Cristo de 1668 y dos copias de Rubens del XVIII.
En
otro tiempo contaba con la pila bautismal de finales del siglo XV, actualmente
se encuentra como hemos visto en la Capilla del Calvario. Esta capilla es
portentosa, cuenta con bóveda de media naranja con pechinas en las que aparecen
los escudos de Castilla y León, en la linterna ciega está esculpida una paloma
blanca.
Pasando la portada se sitúa la Capilla
Sacramental (16) su construcción está datada hacia la mitad del XVI, es de
planta cuadrada y está presidida por un retablo de Miguel Franco de 1713, con
la imagen central de la Inmaculada del círculo de Luisa Roldán del XVII. Cuenta
con pinturas sobre lienzo de Alonso Vázquez, la Resurrección y el Martirio de
San Lorenzo.
En su interior se guarda la Custodia
Sacramental de plata de Andrés Osorio de 1726, es digna de ver la procesión del
Corpus Chico por las calles del barrio.
A continuación nos encontramos con el Altar
de la Sexta Angustia (17), con un excelente grupo escultórico de la Piedad cuyo
autor se desconoce aunque por ello no disminuye su belleza, este grupo
pertenecía a la extinguida hermandad de la Sexta Angustia, el conjunto se
complementa con una decoración de grutescos y zócalos de azulejos del XVI.
En la cabecera de la nave del Evangelio
se encuentra la Capilla de Madre de Dios (18), con un retablo de finales del
XVII de Miguel Franco, cuenta con banco, cuerpo de tres calles, una central y
dos laterales, y ático, el cuerpo está dividido por cuatro columnas salomónicas
ocupando el espacio central la Virgen del Rosario, una imagen de candelero de
1816, patrona de costaleros y capataces, las calles laterales las ocupan unas
hornacinas con las imágenes de San José y Mequisedec a la izquierda y San
Joaquín y Santa Ana al otro lado. El altar se encuentra forrado por azulejos de
Mensaque de la segunda década del siglo XX.
Por último la Cripta (21) en la que han
instalado el Museo Parroquial, el nombre no hace alusión a la realidad, jamás
existieron enterramientos en este lugar, primero se utilizó como almacén y hoy
es Museo, un lugar en el que se expone el pasado de la parroquia y de sus
hermandades, como una cruz parroquial del XVI y otros elementos de plata de la
misma época de Alonso Vázquez, el mismo platero que realizó la Custodia, un
museo muy interesante de visitar.
!Como se le nota al autor de que fue bautizado en la llamada pila de los gitanos!, es que le corre por las venas sangre trianera, de la calle Betis !casi ná!, y ademas aprovecho para felicitarle por la realización de este blog.
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