Se
encuentra en la sevillana calle Castilla, 30.
Horario
de misas:
Lunes
a Jueves (Viernes): 19:30, (20:30)
Sábado:
19:30
Domingo:
12:00, 19:30
El
origen de esta Iglesia se encuentra en los terrenos de una antigua mezquita,
sobre la que se construyó un hospital dedicado a las Santas, Brígida, Justa y
Rufina y la posterior ermita en la que se estableció en 1556 la Hermandad de Santa
María de la O Gloriosa uniéndose posteriormente a la de Santa Brígida en 1572.
En 1697 se inicia la construcción del nuevo y definitivo templo finalizándose
en 1702, siguiendo el diseño de los hermanos Félix y Pedro Romero, lo construye
el cantero Antonio Gil Gataón.
En
1911 se constituiría en parroquia para apoyar a la Iglesia de Santa Ana ante el
auge litúrgico que surge en Triana y así satisfacer la administración de los
Sacramentos.
La
Portada que da acceso a su interior, obra del mismo cantero anterior, consta de
un arco de medio punto enmarcado en pilastras y un frontón partido, en el
centro un escudo con la “O” de la advocación de la Virgen sostenido por dos
ángeles.
A su derecha se alza la torre campanario y en el primer cuerpo hay un
retablo cerámico de la época con la Apoteosis de la Eucaristía y la inscripción
“POR AQUÍ SE LLAMARÁ A ADMINISTRAR LOS SANTOS SACRAMENTOS A DESHORA”, sobre
éste hay otro con la imagen de San Andrés y la inscripción “Se acaba en 1699 se
revocó en 1756” aludiendo a la construcción y al remate de la Torre, un
chapitel de cerámica con jarrones en sus esquinas.
Otro de los retablos
cerámicos es el Jesús Nazareno de 1760 y sobre éste otro de la Imposición de la
Casulla a San Ildefonso, pero desgraciadamente está bastante deteriorado.
Se
accede al interior por la nave del Evangelio, consta de tres naves siendo la
central doble ancha, están separadas por arcos de medio punto decorados con
yeserías y soportados en columnas corintias de mármol rojo.
La bóveda que cubre
la nave central es de cañón y las de las laterales son de arista. A los pies se
levanta el coro con antepechos calados y el órgano, todo ello del siglo XVIII.
Se encuentra flanqueada por Santa Brígida y Santa Bárbara, en el ático se
encuentra el Arcángel San Miguel y en el presbiterio dos extraordinarios ángeles
lampadarios del XVIII.
En la
nave de la Epístola a los pies se sitúa la capilla Bautismal, con un busto de
San Felipe Neri y un lienzo del Jesús Crucificado del XVII.
A continuación
se encuentra la Capilla Sacramental, en la que se encuentra el Nazareno de la O
presidiendo la hornacina central de su retablo cerámico, en toda esta capilla
se puede ver una llamativa muestra de la cerámica de principios de siglo de
Triana. La imagen del Señor la talló Pedro Roldán en 1685 y al igual que la
Virgen, resultó dañada en el 36 aunque en menor medida.
Le
sigue el estandarte Simpecado de la Virgen del Carmen, bordado por Rodríguez
Ojeda, en un retablo barroco con pinturas de las Ánimas del Purgatorio. En el
ábside se encuentra el grupo escultórico de San Joaquín, Santa Ana y la Virgen
Niña del círculo de Pedro Roldán de 1670.
A la izquierda
del Presbiterio nos encontramos con Nuestra Señora del Buen Consejo, realizada
en 1730 por Pedro Duque Cornejo, a ambos lados vemos a San José y San Miguel de
principios del XVIII atribuidos a la Roldana.
En la
nave del Evangelio lo primero que nos encontramos con el retablo neoclásico de
Santa María de la O Gloriosa y a su lado el de la Virgen de Guadalupe, una obra
del XVIII y a los pies de la nave el dedicado al Sagrado Corazón de Jesús
flanqueado por San Francisco Javier y San Antonio.
Antes
de irnos volvemos a la nave de la Epístola para pasar por la puerta al museo de
la Hermandad y ver la valiosa Cruz con que procesiona el Nazareno, es una cruz de
corte hexagonal de carey y plata en sus cantoneras y extremos, mide mas de tres
metros y la diseñó Domingo Balvuena, maestro platero, en 1731, siendo Manuel
José Domínguez el que trabajó la plata repujada que donaron los hermanos de la
Corporación.
Parece que el carey fue traído, según cuentan, por los marineros
que venían del Nuevo Mundo como ofrenda tras haber superado ilesos una tormenta
en alta mar. Otra curiosidad cuenta que en los disturbios del 36, un hermano la
recogió para evitar males mayores y amarrada a una cuerda la sumergió en el río
para preservarla de posibles ataques de los exaltados.
No hay comentarios :
Publicar un comentario