domingo, 13 de octubre de 2013

LA PASIÓN SEGÚN SEVILLA



ORDEN CRONOLÓGICO DE LA PASIÓN SEGÚN LOS MISTERIOS DE LA SEMANA SANTA SEVILLANA
HERMANDAD
PASO DE MISTERIO
LAS SAGRADAS ESCRITURAS
LA BORRIQUITA
ENTRADA EN JERUSALÉN
... Y entró en Jericó, he aquí que un hombre rico llamado Zaqueo, Jefe de los publicanos, recaudadores de impuestos para el Imperio Romano, quería ver a Jesús para conocerlo y al no lograrlo por ser bajo de estatura, se subió a un sicómoro, parecido a una higuera, y esperó a que Jesús pasara por allí..., posteriormente marchó Jesús a Jerusalén y cuando se acercó a Betfagé y Betania, junto al monte de los olivos, envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: id a la aldea de enfrente, al entrar en ella encontrareis un burrito atado, sobre el cual nadie ha montado todavía, desatadlo y traedlo y si alguien pregunta, decidle que el Señor lo necesita... De vuelta nuevamente, ante el Señor, pusieron sus mantos encima del pollino e hicieron montar en él a Jesús, mientras en el descenso del monte de los olivos, camino de Jerusalén, la muchedumbre extendía sus mantos sobre el camino y gritaba alabanzas al Señor diciendo, Bendito el qaue viene, el Rey en nombre del Señor, en el cielo, Paz y Gloria en las Alturas...
LA CENA
JESÚS INSTITUYENDO LA EUCARISTÍA
... Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: Bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día aquel en que lo beba con vosotros en el Reino de mi Padre y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama. Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos...
MONTESIÓN
JESÚS ORANDO EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS
... Jesús salió y se fue como era su costumbre al monte de los Olivos, lo siguieron también sus discípulos. Llegados al lugar, les dijo: "Oren para que no caigan en tentación." ...Después se alejó de ellos como a la distancia de un tiro de piedra, y doblando las rodillas oraba con estas palabras: "Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya." ...Entonces se le apareció un ángel del cielo para animarlo. Entró en agonía y oraba con mayor insistencia. Su sudor se convirtió en gotas de sangre que caían hasta el suelo. ...Después de orar, se levantó y fue hacia donde estaban los discípulos. Pero los halló dormidos, abatidos por la tristeza. Les dijo: "¿Ustedes duermen? Levántense y oren para que no caigan en tentación."
LA REDENCIÓN
JUDAS BESA A JESÚS EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS
... El que le iba a entregar les había dado esta señal: Aquél a quien yo dé un beso, ése es ¡PRENDEDLE!. Todavía estaba hablando cuando llegó el grupo numeroso, con espadas y palos, de parte de los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo, encabezado por Judas, uno de los Doce. Y al instante se acercó a Jesús y le dijo: ¡Salve, Rabí!, y le dio un beso. Jesús le dijo: "Judas, ¿con un beso traicionas al Hijo del Hombre?" Entonces aquéllos se acercaron, echaron mano a Jesús y le prendieron.
LOS PANADEROS
JESÚS ES PRENDIDO EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS
... En esto, uno de los que estaban con Jesús echó mano a su espada, la sacó e, hiriendo al siervo del Sumo Sacerdote, le sesgó la oreja. Dícele entonces Jesús: Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que empuñen espada, a espada perecerán.¿O piensas que no puedo yo rogar a mi Padre, que pondría al punto a mi disposición más de doce legiones de ángeles? Mas, ¿cómo se cumplirían las Escrituras de que así debe suceder? En aquel momento dijo Jesús a la gente: ¿Como contra un salteador habéis salido a prenderme con espadas y palos? Todos los días me sentaba en el Templo para enseñar y no me detuvisteis.
SANTA GENOVEVA
JESÚS ES CAUTIVO TRAS HABER SIDO ABANDONADO POR SUS DISCIPULOS
... Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces los discípulos le abandonaron todos y huyeron. Los que prendieron a Jesús le llevaron ante el Sumo Sacerdote Caifás, donde se habían reunido los escribas y los ancianos. Pedro le iba siguiendo de lejos hasta el palacio del Sumo Sacerdote; y, entrando dentro, se sentó con los criados para ver el final.
EL DULCE NOMBRE
JESÚS ES PRESENTADO ANTE ANÁS
... Y el Sumo Sacerdote preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina. Jesús le respondió: Yo públicamente he hablado al mundo; siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos y nada he hablado en oculto. ¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a los que han oído qué les haya yo hablado; he aquí, ellos saben lo que yo he dicho. Cuando Jesús hubo dicho esto, uno de los alguaciles, que estaba allí, le dio una bofetada diciendo: ¿Así respondes al Sumo Sacerdote? Jesús le respondió: Si he hablado mal, testifica en qué está el mal; y si bien, ¿por qué me golpeas? Anás entonces le envió atado a Caifás, el Sumo Sacerdote.
SAN GONZALO
JESÚS ANTE CAIFÁS
Los sumos sacerdotes y el Sanedrín entero andaban buscando un falso testimonio contra Jesús con ánimo de darle muerte, y no lo encontraron a pesar de que se presentaron muchos falsos testigos. Al fin se presentaron dos que dijeron: Éste dijo: Yo puedo destruir el Santuario de Dios, y en tres días edificarlo. Entonces, se levantó el Sumo Sacerdote y le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué es lo que éstos atestiguan contra ti? Pero Jesús seguía callado. El Sumo Sacerdote le dijo: Yo te conjuro por Dios vivo que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios. Dícele Jesús: Sí, tú lo has dicho. Y yo os declaro que a partir de ahora veréis al hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir sobre las nubes del cielo. Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestidos y dijo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué os parece? Respondieron ellos diciendo: Es reo de muerte. Entonces se pusieron a escupirle en la cara y a abofetearle; y otros a golpearle...
EL CARMEN DOLOROSO
LAS NEGACIONES DE SAN PEDRO
... Pedro, entretanto, estaba sentado fuera en el patio y una criada se acercó a él y le dijo: También tú estabas con Jesús el Galileo. Pero él lo negó delante de todos: No sé qué dices. Cuando salía al portal, le vio otra criada y dijo a los que estaban allí: Este estaba con Jesús el Nazareno. Y de nuevo lo negó con juramento: ¡Yo no conozco a ese hombre! Poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: ¡Ciertamente, tú también eres de ellos, pues además tu misma habla te descubre! Entonces él se puso a echar imprecaciones y a jurar: ¡Yo no conozco a ese hombre! Inmediatamente cantó un gallo. Y Pedro se acordó de aquello que le había dicho Jesús: Antes que el gallo cante, me habrás negado tres veces. Y, saliendo fuera, rompió a llorar amargamente.
LA AMARGURA
JESÚS EN PRESENCIA DE HERODES ANTIPAS
... Cuando Herodes vio a Jesús se alegró mucho, pues hacía largo tiempo que deseaba verle, por las cosas que oía de él, y esperaba presenciar alguna señal que él hiciera. Le preguntó con mucha palabrería, pero él no respondió nada. Estaban allí los sumos sacerdotes y los escribas acusándole con insistencia.
JESUS CAUTIVO Y RESCATADO
JESÚS ES INTERROGADO POR LOS SUMOS SACEDORTES EN PRESENCIA DE HERODES
… Pero Herodes, con su guardia, después de despreciarle y burlarse de él, le puso un espléndido vestido y le remitió a Pilatos. Aquel día Herodes y Pilatos se hicieron amigos, pues antes estaban enemistados.
SAN BENITO
JESÚS ES PRESENTADO AL PUEBLO POR PILATOS
... Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua. Entonces salió Pilatos a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre? Respondieron y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no te lo habríamos entregado. Entonces les dijo Pilatos: Tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley. Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie; para que se cumpliese la palabra que Jesús había dicho, dando a entender de qué muerte iba a morir. Entonces Pilatos volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí? Pilatos le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los
LAS CIGARRERAS
JESÚS ATADO A LA COLUMNA ES AZOTADO
… Pilatos, para contentar a la muchedumbre, mandó azotar a Jesús y lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la compañía, dando comienzo la flagelación.
EL VALLE
JESÚS ES CORONADO DE ESPINAS
… Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron con un manto de púrpura.
SAN ESTEBAN
JESÚS TRAS SER CORONADO DE ESPINAS
... Y en la mano derecha le pusieron una caña, simulando ser un cetro. Doblando la rodilla ante él, le decían de burla: “¡Salud, rey de los judíos!” Le escupieron, le quitaron la caña y le pegaron en la cabeza. Terminada la burla, le quitaron el manto, le pusieron su ropa y se lo llevaron.
LA MACARENA
JESÚS ESCUCHANDO SU SENTENCIA A MUERTE
... Entonces Pilatos salió otra vez, y les dijo: Mirad, os lo traigo fuera, para que entendáis que ningún delito hallo en él. Y salió Jesús, llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilatos les dijo: ¡He aquí el hombre! Cuando le vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, dieron voces, diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Pilatos les dijo: Tomadle vosotros, y crucificadle; porque yo no hallo delito en él. Los judíos le respondieron: Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios. Cuando Pilatos oyó decir esto, tuvo más miedo. Y entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús:
¿De dónde eres tú? Más Jesús no le dio respuesta. Entonces le dijo Pilatos: ¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte y que tengo autoridad para soltarte? Respondió Jesús: Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te fuese dada de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene. Desde entonces procuraba Pilatos soltarle; pero los judíos daban voces, diciendo: Si a éste sueltas, no eres amigo de César; todo el que se hace rey a César se opone. Al ver que es estaba formando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos de cara a la gente diciendo: “Soy inocente de esta sangre, allá vosotros”.
LA PAZ
JESÚS EN EL MOMENTO EN QUE LE COLOCAN LA CRUZ AL HOMBRO
… Pero ellos gritaron: ¡Fuera, fuera, crucifícale! Pilatos les dijo: ¿A vuestro Rey he de crucificar? Respondieron los principales sacerdotes: No tenemos más rey que César. Así que entonces lo entregó a ellos para que fuese crucificado. Tomaron, pues, a Jesús, y le llevaron. Le colocaron la cruz al hombro e iniciaron el camino hacia el monte Calvario.
LA CANDELARIA
JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS

… Y Él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota.
PASIÓN
... Le seguía un gran gentío del pueblo y muchas mujeres que se golpeaban el pecho y gritaban lamentándose por Él. Jesús les dijo: “Mujeres de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos, porque mirad que van a llegar días en que digan: “Dichosas las estériles, los vientres que no han dado a luz y los pechos que no han criado”.
EL SILENCIO
... Estas piadosas mujeres están trastornadas por la desgracia que le ha caído en suerte a Jesús. Pero Jesús les devuelve su propia compasión. Ellas no saben aún lo que les espera pues las serias advertencias de los profetas las han echado en saco roto. ¿Quiénes han tomado en serio en Jerusalén las lamentaciones de Jesús?
EL GRAN PODER
... Con la mano derecha sostenía la cruz sobre su hombro derecho; su mano izquierda, cansada, hacía de cuando en cuando esfuerzos para levantarse su largo vestido, con que tropezaban sus pies heridos. Cuatro soldados tenían a grande distancia la punta de los cordeles atados a la cintura; los dos de delante le tiraban; los dos que seguían le empujaban, de suerte que no podía asegurar su paso. A su rededor no había más que irrisión y crueldad; mas su boca rezaba y sus ojos perdonaban.
LOS GITANOS
... Jesús ya no podía andar; como los soldados tiraban de Él y lo empujaban sin misericordia, cayó a lo largo contra esa piedra y la cruz cayó a su lado. Los verdugos se pararon, llenándolo de imprecaciones y pegándole; en vano Jesús tendía la mano para que le ayudasen, diciendo: "¡Ah, presto se acabará!", y rogó por sus verdugos; mas los fariseos gritaron: "¡Levantadlo, si no morirá en nuestras manos!".
LAS SIETE PALABRAS
... Echaba sobre su Madre una mirada de compasión, y habiendo tropezado cayó por segunda vez sobre sus rodillas y sobre sus manos. María, en medio de la violencia de su dolor, no vio ni soldados ni verdugos; no vio más que a su querido Hijo; se precipitó desde la puerta de la casa en medio de los soldados que maltrataban a Jesús, cayó de rodillas a su lado, y se abrazó a Él. Yo oí estas palabras: "¡Hijo mío!" – "¡Madre mía!".
LA O
… A los dos lados del camino había mujeres llorando y niños asustados. Sostenido por un socorro sobrenatural, Jesús levantó la cabeza, y aquellos hombres atroces, en lugar de aliviar sus tormentos, le  pusieron nuevamente la corona de espinas.
LAS PENAS
JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS EN UNA DE SUS CAIDAS
... Jesús, al pasar sobre una piedra gruesa, tropezó y cayó; la cruz quedó a su lado, y no se pudo levantar. Algunas personas bien vestidas que pasaban para ir al templo, exclamaron llenas de compasión: "¡Ah! ¡El pobre hombre se muere!". Hubo algún tumulto; no podían poner a Jesús en pie, y los fariseos dijeron a los soldados: "No podremos llevarlo vivo, si no buscáis a un hombre que le ayude a llevar la cruz".
SAN ROQUE
JESÚS CON LA CRUZ A CUESTA ES AYUDADO POR EL CIRINEO
… Cuando le llevaban, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que venía del campo y le cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús.
ESPERANZA DE TRIANA
JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS EN SU TERCERA CAIDA CON EL CIRINEO
… Le seguía una gran multitud del pueblo y mujeres que se dolían y se lamentaban por él. Jesús, volviéndose a ellas, dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos.
SAN ISIDORO
JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS EN SU TERCERA CAIDA CON EL CIRINEO
… Cristo se desploma de nuevo a tierra bajo el peso de la cruz. La muchedumbre que observa está curiosa por saber si aún tendrá fuerza para levantarse.
EL VALLE
JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS Y LA VERONICA
… Unos le agredían, otros permanecían indiferentes ante tanta crueldad. Pero una mujer llamada Verónica llegó a su altura y le presentó un paño extendido diciendo: "Permitidme que limpie la cara de mi Señor". El Señor tomó el paño, lo aplicó sobre su cara ensangrentada, y se lo devolvió, dándole las gracias. Ella se le acercó y le enjugó el rostro con su velo. Aquel divino rostro, cruelmente golpeado, ensangrentado y sudoroso suscitó en el corazón de Santa Verónica la misericordia.
JESÚS DESPOJADO
JESÚS SIENDO DEPOJADO DE SU VESTIDURAS PARA SER CRUCIFICADO
…Una vez hubo llegado al Gólgota, los alguaciles quitaron a Nuestro Señor su capa, y como no podían sacarle la túnica sin costuras que su Madre le había hecho, a causa de la corona de espinas, arrancaron con violencia esta corona de la cabeza, abriendo todas sus heridas. No le quedaba más que un lienzo alrededor de los riñones.
LA ESTRELLA
JESÚS ESPERA SU CRUCIFIXIÓN
... El Hijo del hombre estaba temblando, cubierto de llagas y despedazados sus hombros hasta los huesos. Habiéndole hecho sentar sobre una piedra le pusieron la corona sobre la cabeza, y le presentaron un vaso con hiel y vinagre; mas Jesús volvió la cabeza sin decir palabra.
LA CENA
JESÚS ESPERA SU CRUCIFIXIÓN
… No le quedaba más que un lienzo alrededor de los riñones.
LA EXALTACIÓN
JESÚS CRUCIFICADO EN EL MOMENTO DE LA EXALTACIÓN
… Los verdugos, habiendo crucificado a Nuestro Señor, alzaron la cruz dejándola caer con todo su peso en el hueco de una peña con un estremecimiento espantoso. Jesús dio un grito doloroso, sus heridas se abrieron, su sangre corrió abundantemente. Los verdugos, para asegurar la cruz, la alzaron nuevamente, clavando cinco cuñas a su alrededor. Fue un espectáculo horrible y doloroso el ver, en medio de los gritos e insultos de los verdugos, la cruz vacilar un instante sobre su base y hundirse temblando en la tierra; mas también se elevaron hacia ella voces piadosas y compasivas. Las voces más santas del mundo, las de las santas mujeres y de todos aquellos que tenían el corazón puro, saludaron con acento doloroso al Verbo humanado elevado sobre la cruz. Sus manos vacilantes se elevaron para socorrerlo; pero cuando la cruz se hundió en el hoyo de la roca con grande estruendo, hubo un momento de silencio solemne.
MONTSERRAT
JESÚS EN LA CRUZ CON LOS DOS LADRONES CRUCIFICADOS
Llevaban además a otros dos malhechores para ejecutarlos con él. Le crucificaron a Ël y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen» Se repartieron sus vestidos, echando a suertes. Estaba el pueblo mirando; los magistrados hacían muecas diciendo: «A otros salvó; que se salve a sí mismo si él es el Cristo de Dios, el Elegido» Uno de los malhechores colgados le insultaba: «¿No eres tú el Cristo? Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!» Pero el otro le respondió diciendo: « ¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio, éste nada malo ha hecho» Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino» Jesús le dijo: «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso»
LAS SIETE PALABRAS
JESÚS EN LA CRUZ AL PRONUNCIAR LA TERCERA PALABRA - MUJER HE AHÍ A TU HIJO, HIJO HE AHÍ A TU MADRE
... Estaban junto a la cruz de Jesús, su madre y la hermana de su madre, María mujer de Cleofás, y María Magdalena. Cuando vio Jesús a su madre y al discípulo a quien él amaba que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.
LA SED
JESÚS CRUCIFICADO AL PRONUNCIAR LA QUINTA PALABRA - TENGO SED -
... Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed.  Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca.
SANTA CRUZ
JESÚS MOMENTOS ANTES DE EXPIRAR
… También los soldados se burlaban de él y acercándose, le ofrecían vinagre y le decían: «Si tú eres el Rey de los judíos, ¡sálvate!»
EL CACHORRO
JESÚS ANTES DE EXPIRAR, TOMA UN ÚLTIMO ALIENTO
… De estas palabras que dijo recuerdo solamente las siguientes: "Cuando mi voz no se oiga más, la boca de los muertos hablará". Entonces algunos gritaron: "Blasfema todavía". La hora del Señor había llegado: un sudor frío corrió sus miembros, Juan limpiaba los pies de Jesús con su sudario. Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es.
EL MUSEO
JESÚS EN EL MOMENTO DE EXPIRAR
… Después alzó la cabeza y gritó en alta voz: "Padre mío, en tus manos encomiendo mi espíritu". Fue un grito dulce y fuerte, que penetró el cielo y la tierra: enseguida inclinó la cabeza y rindió el espíritu. El velo del Santuario se rasgó por medio y Jesús, dando un fuerte grito, dijo: «Padre, en tus manos pongo mi espíritu» y, dicho esto, expiró.
LA LANZADA
JESÚS MUERTO EN LA CRUZ EN EL MOMENTO DE CLAVARLE LA LANZA LONGINOS
... Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas. Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. Y el que lo vio da testimonio y su testimonio es verdadero y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis. Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo. Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.
LAS AGUAS
JESÚS MUERTO EN LA CRUZ, UN ANGEL RECOGE EL AGUA QUE SALE DE COSTADO
… Y bajó un Ángel y recogió el agua y la sangre que brotaba de la herida del costado.
EL CERRO
JESÚS MUERTO EN LA CRUZ, SIENDO OBSERVADO POR LONGINOS ARREPENTIDO
… Al ver el centurión lo sucedido, glorificaba a Dios diciendo: «Ciertamente este hombre era justo. Ciertamente era el Hijo de Dios» Y todas las gentes que habían acudido a aquel espectáculo, al ver lo que pasaba, se volvieron golpeándose el pecho.
LA HINIESTA
JESÚS MUERTO EN LA CRUZ
… María cayó en los brazos de las santas mujeres, como si la lanza hubiese atravesado su propio corazón
EL AMOR
… Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad
LA VERA-CRUZ
LOS JAVIERES
LOS ESTUDIANTES
… Había algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé,
SAN BENITO
SAN BERNARDO
EL BUEN FIN
   ... cuando él estaba en Galilea, le seguían y le servían; y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén.
CRISTO DE BURGOS
LOS NEGRITOS
EL CALVARIO
LA CARRETERÍA
JESÚS MUERTO EN LA CRUZ CON LOS DOS LADRONES CRUCIFICADOS
... Mientras tanto el silencio y el duelo reinaban sobre el Gólgota. El pueblo atemorizado se había dispersado; María, Juan, Magdalena, María hija de Cleofás y Salomé, estaban de pie o sentadas en frente de la cruz, la cabeza cubierta y llorando.
LA TRINIDAD
JESÚS SANGRA POR LAS CINCO LLAGAS Y ES DESCENDIDO DE LA CRUZ
... María, las santas mujeres y Juan recogieron la sangre y el agua en frascos, y limpiaron el suelo con paños.
LA QUINTA ANGUSTIA
JESÚS ES DESCENDIDO DE LA CRUZ
... En seguida José de Arimatea fue a ver a Pilatos, para pedir el cuerpo de Jesús; pues con Nicodemus habían formado el proyecto de enterrar a Jesús en un sepulcro nuevo, que había hecho construir a poca distancia del Calvario. Aplicaron las escalas a la cruz para asegurarse de que Jesús estaba muerto, y luego comenzaron la piadosa obra del descendimiento de la cruz, para embalsamar el sagrado cuerpo del Señor. En seguida descendieron despacio el Santo Cuerpo, bajando escalón por escalón con las mayores precauciones. Fue un espectáculo muy tierno; tenían el mismo cuidado, las mismas precauciones como si hubiesen temido causar algún dolor a Jesús.
SANTA MARTA
JESÚS ES TRASLADADO AL SEPULCRO
… Habiendo descendido el Santo Cuerpo, lo envolvieron y lo pusieron en los brazos de su Madre, que se los tendía poseída de dolor y de amor. Así la Virgen Santísima sostenía por última vez en sus brazos el cuerpo de su querido Hijo, a quien no había podido dar ninguna prueba de su amor en todo su martirio; contempló sus heridas, cubrió de ósculos su cara ensangrentada, mientras Magdalena reposaba la suya sobre sus pies.
EL BARATILLO
JESÚS YACE EN EL REGAZO DE LA VIRGEN
… Después de un rato, Juan, acercándose a la Virgen, le suplicó que se separase de su Hijo para que le pudieran embalsamar, porque se acercaba el sábado. María se despidió de Él en los términos más tiernos.
LOS SERVITAS
JESÚS YACE EN EL REGAZO DE LA VIRGEN
… Entonces los hombres lo tomaron de los brazos de su madre y lo llevaron a un sitio más bajo que la cumbre del Gólgota, que ofrecía gran comodidad para hacer el embalsamamiento.
LA MORTAJA
JESÚS YACE EN EL REGAZO DE LA VIRGEN Y ES AMORTAJADO
... Y envolvieron después el santo Cuerpo en un gran lienzo blanco. Cuando todos se arrodillaron para despedirse de Él, se operó delante de sus ojos un gran milagro: el sagrado cuerpo de Jesús, con sus heridas, apareció representado sobre el lienzo que lo cubría, como si hubiese querido recompensar su celo y su amor, y dejarles un retrato a través de los velos que lo cubrían. Era un retrato sobrenatural, un testimonio de la divinidad creadora, que residía siempre en el cuerpo de Jesús.
SOLEDAD DE SAN BUENVENTURA
LA VIRGEN AL PIE DE LA CRUZ, EN LA QUE HAY UN SUDARIO
… Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. y regresando, prepararon aromas y mirra.
EL SANTO ENTIERRO
JESÚS YACENTE EN LA URNA
... Los hombres pusieron el sagrado Cuerpo sobre unas parihuelas de cuero, tapadas con un cobertor oscuro. Nicodemus y José llevaban sobre sus hombros los palos de delante, y el centurión Abenadar y Juan los de atrás. En seguida venían la Virgen, Magdalena y María Cleofás, después las mujeres que habían estado sentadas a cierta distancia, Verónica, Juana Chusa, María, madre de Marcos, Salomé, mujer de Zebedeo; María Salomé, Salomé de Jerusalén, Susana y Ana, sobrina de San José; Longinos y los soldados cerraban la marcha. Se detuvieron a la entrada del jardín de José, que abrieron arrancando algunos palos, que sirvieron después de palancas para llevar a la gruta la piedra que debía tapar el sepulcro. Cuando llegaron a la peña, levantaron el santo Cuerpo sobre una tabla larga, cubierta de una sábana. Era el día de la Preparación, y apuntaba el sábado.
SOLEDAD DE SAN LORENZO
LA VIRGEN AL PIE DE LA CRUZ, EN LA QUE HAY UN SUDARIO
… Y el sábado, según el precepto, descansaron al ser el día de obligado reposo conforme al mandamiento.
LA RESURRECCIÓN
JESÚS EN EL MOMENTO DE LA RESURRECCIÓN
... Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús. Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré. Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro). Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas
EL SANTO ENTIERRO
ALEGORÍA DEL TRIUNFO DE LA CRUZ SOBRE LA MUERTE
... Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
EL SOL
VARÓN DE DOLORES
Santo Cristo Varón de Dolores de la Divina Misericordia. La imagen representa a Jesús Resucitado, con las heridas producidas por la Pasión y la Corona de espinas. Cristo abrazado a la Cruz con la mano izquierda y a sus pies aparecen diferentes símbolos: el Cráneo de Adán, la Corona de espinas, los clavos de la Crucifixión y la serpiente.
LA TRINIDAD
ALEGORÍA DE LA TRINIDAD
La alegoría representa a El Padre, en gesto amoroso, decreta la entrega de su Hijo para que mediante su sacrificio en la Cruz y su Resurrección Gloriosa, la Humanidad sea redimida. Su mano izquierda, sobre el pecho, en gesto paternal y dolorido. Su mano diestra señala el mundo, destino de su Tarea Redentora, que a los Pies de la Deidad Trina y Una aparece. Cristo, soporta sobre su hombro izquierdo una Cruz arbórea de amplias proporciones, cuyo extremo inferior descansa sobre el Mundo. El Espíritu Santo, Divina Paloma, se yergue con las alas desplegadas a modo de amparo y protección de la humanidad.
Los tres haces de rayos que de Ella parten, uno por cada persona de la Divinidad, representan la unidad de Dios y la Trinidad de Personas.   Al lado del Hijo se representa la Sinagoga, bajo la apariencia de mujer madura dormida, que en postura genuflexa junto a los Pies de Cristo, descansando su cabeza sobre su brazo izquierdo, recibe la Sangre derramada en su Pasión y Muerte, denotando así el estado de sombras y sueños de la sinagoga, de la que despertará como la Iglesia de Cristo que triunfa y se expande por la faz de la tierra. Tras la Santísima Trinidad, está la efigie representativa de la Fe, mujer joven y dinámica, para que de esa manera se manifieste que nuestra Fe no es fría, distante ni obsoleta, sino que al contrario, es fundamental y necesaria.
Sus ojos levemente vendados, porque la Fe no es ciega, sino que hay que razonarla, reflexionar y ahondar en ella. El Arcángel San Miguel, hiere con una lanza al pecado, representado por la serpiente bíblica, como alegoría a la exclusión del mal y su inaccesibilidad a cuanto rodea a la Divinidad Redentora. Los cuatro Padres de la Iglesia Latina, que fueron los que la ilustraron acerca de los misterios de nuestra redención: San Gregorio, San Ambrosio, San Agustín y San Jerónimo.
Entre ellos, figura un pequeño ángel que simboliza el Amor Divino y lanza su dardo al costado de Cristo. Aparecen dos querubes en actitud de alabanza a Dios y en sus manos, en ademán de exaltación de los símbolos, uno porta una palma, por el sacrificio de las persecuciones a la que la Iglesia se ha visto sometida a lo largo de la historia y, el otro, como complemento, una Cruz como representación de su triunfo sobre la tierra."




 


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