ORDEN CRONOLÓGICO DE LA PASIÓN SEGÚN LOS MISTERIOS DE LA SEMANA
SANTA SEVILLANA
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HERMANDAD
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PASO DE MISTERIO
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LAS SAGRADAS ESCRITURAS
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LA
BORRIQUITA
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ENTRADA
EN JERUSALÉN
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... Y entró
en Jericó, he aquí que un hombre rico llamado Zaqueo, Jefe de los publicanos,
recaudadores de impuestos para el Imperio Romano, quería ver a Jesús para
conocerlo y al no lograrlo por ser bajo de estatura, se subió a un sicómoro,
parecido a una higuera, y esperó a que Jesús pasara por allí..., posteriormente
marchó Jesús a Jerusalén y cuando se acercó a Betfagé y Betania, junto al
monte de los olivos, envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: id a la
aldea de enfrente, al entrar en ella encontrareis un burrito atado, sobre el
cual nadie ha montado todavía, desatadlo y traedlo y si alguien pregunta,
decidle que el Señor lo necesita... De vuelta nuevamente, ante el Señor,
pusieron sus mantos encima del pollino e hicieron montar en él a Jesús,
mientras en el descenso del monte de los olivos, camino de Jerusalén, la
muchedumbre extendía sus mantos sobre el camino y gritaba alabanzas al Señor
diciendo, Bendito el qaue viene, el Rey en nombre del Señor, en el cielo, Paz
y Gloria en las Alturas...
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LA CENA
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JESÚS
INSTITUYENDO LA EUCARISTÍA
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... Tomó
luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: Bebed de ella todos,
porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón
de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la
vid hasta el día aquel en que lo beba con vosotros en el Reino de mi
Padre y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y
les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en
memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado,
tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por
vosotros se derrama. Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos...
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MONTESIÓN
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JESÚS
ORANDO EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS
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... Jesús
salió y se fue como era su costumbre al monte de los Olivos, lo siguieron
también sus discípulos. Llegados al lugar, les dijo: "Oren para que no
caigan en tentación." ...Después se alejó de ellos como a la distancia
de un tiro de piedra, y doblando las rodillas oraba con estas palabras: "Padre,
si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la
tuya." ...Entonces se le apareció un ángel del cielo para animarlo. Entró
en agonía y oraba con mayor insistencia. Su sudor se convirtió en gotas de
sangre que caían hasta el suelo. ...Después de orar, se levantó y fue hacia
donde estaban los discípulos. Pero los halló dormidos, abatidos por la
tristeza. Les dijo: "¿Ustedes duermen? Levántense y oren para que no
caigan en tentación."
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LA
REDENCIÓN
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JUDAS
BESA A JESÚS EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS
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... El que
le iba a entregar les había dado esta señal: Aquél a quien yo dé un beso, ése
es ¡PRENDEDLE!. Todavía estaba hablando cuando llegó el grupo numeroso, con
espadas y palos, de parte de los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo,
encabezado por Judas, uno de los Doce. Y al instante se acercó a Jesús y le
dijo: ¡Salve, Rabí!, y le dio un beso. Jesús le dijo: "Judas, ¿con un
beso traicionas al Hijo del Hombre?" Entonces aquéllos se acercaron,
echaron mano a Jesús y le prendieron.
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LOS
PANADEROS
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JESÚS
ES PRENDIDO EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS
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... En esto,
uno de los que estaban con Jesús echó mano a su espada, la sacó e, hiriendo
al siervo del Sumo Sacerdote, le sesgó la oreja. Dícele entonces Jesús:
Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que empuñen espada, a espada
perecerán.¿O piensas que no puedo yo rogar a mi Padre, que pondría al punto a
mi disposición más de doce legiones de ángeles? Mas, ¿cómo se cumplirían las
Escrituras de que así debe suceder? En aquel momento dijo Jesús a la gente: ¿Como
contra un salteador habéis salido a prenderme con espadas y palos? Todos los
días me sentaba en el Templo para enseñar y no me detuvisteis.
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SANTA
GENOVEVA
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JESÚS
ES CAUTIVO TRAS HABER SIDO ABANDONADO POR SUS DISCIPULOS
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... Pero
todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los profetas.
Entonces los discípulos le abandonaron todos y huyeron. Los que prendieron a
Jesús le llevaron ante el Sumo Sacerdote Caifás, donde se habían reunido los
escribas y los ancianos. Pedro le iba siguiendo de lejos hasta el palacio del
Sumo Sacerdote; y, entrando dentro, se sentó con los criados para ver el
final.
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EL
DULCE NOMBRE
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JESÚS
ES PRESENTADO ANTE ANÁS
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... Y el
Sumo Sacerdote preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina.
Jesús le respondió: Yo públicamente he hablado al mundo; siempre he enseñado
en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos y nada he
hablado en oculto. ¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a los que han oído qué
les haya yo hablado; he aquí, ellos saben lo que yo he dicho. Cuando Jesús
hubo dicho esto, uno de los alguaciles, que estaba allí, le dio una bofetada
diciendo: ¿Así respondes al Sumo Sacerdote? Jesús le respondió: Si he hablado
mal, testifica en qué está el mal; y si bien, ¿por qué me golpeas? Anás
entonces le envió atado a Caifás, el Sumo Sacerdote.
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SAN
GONZALO
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JESÚS
ANTE CAIFÁS
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Los sumos
sacerdotes y el Sanedrín entero andaban buscando un falso testimonio contra
Jesús con ánimo de darle muerte, y no lo encontraron a pesar de que se
presentaron muchos falsos testigos. Al fin se presentaron dos que dijeron: Éste
dijo: Yo puedo destruir el Santuario de Dios, y en tres días edificarlo.
Entonces, se levantó el Sumo Sacerdote y le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué es
lo que éstos atestiguan contra ti? Pero Jesús seguía callado. El Sumo
Sacerdote le dijo: Yo te conjuro por Dios vivo que nos digas si tú eres el
Cristo, el Hijo de Dios. Dícele Jesús: Sí, tú lo has dicho. Y yo os declaro que
a partir de ahora veréis al hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y
venir sobre las nubes del cielo. Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus
vestidos y dijo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis
de oír la blasfemia. ¿Qué os parece? Respondieron ellos diciendo: Es reo de
muerte. Entonces se pusieron a escupirle en la cara y a abofetearle; y otros
a golpearle...
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EL
CARMEN DOLOROSO
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LAS
NEGACIONES DE SAN PEDRO
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... Pedro,
entretanto, estaba sentado fuera en el patio y una criada se acercó a él y le
dijo: También tú estabas con Jesús el Galileo. Pero él lo negó delante de
todos: No sé qué dices. Cuando salía al portal, le vio otra criada y dijo a
los que estaban allí: Este estaba con Jesús el Nazareno. Y de nuevo lo negó
con juramento: ¡Yo no conozco a ese hombre! Poco después se acercaron los que
estaban allí y dijeron a Pedro: ¡Ciertamente, tú también eres de ellos, pues
además tu misma habla te descubre! Entonces él se puso a echar imprecaciones
y a jurar: ¡Yo no conozco a ese hombre! Inmediatamente cantó un gallo. Y
Pedro se acordó de aquello que le había dicho Jesús: Antes que el gallo
cante, me habrás negado tres veces. Y, saliendo fuera, rompió a llorar
amargamente.
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LA
AMARGURA
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JESÚS
EN PRESENCIA DE HERODES ANTIPAS
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... Cuando
Herodes vio a Jesús se alegró mucho, pues hacía largo tiempo que deseaba
verle, por las cosas que oía de él, y esperaba presenciar alguna señal que él
hiciera. Le preguntó con mucha palabrería, pero él no respondió nada. Estaban
allí los sumos sacerdotes y los escribas acusándole con insistencia.
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JESUS
CAUTIVO Y RESCATADO
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JESÚS
ES INTERROGADO POR LOS SUMOS SACEDORTES EN PRESENCIA DE HERODES
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… Pero
Herodes, con su guardia, después de despreciarle y burlarse de él, le puso un
espléndido vestido y le remitió a Pilatos. Aquel día Herodes y Pilatos se
hicieron amigos, pues antes estaban enemistados.
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SAN
BENITO
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JESÚS
ES PRESENTADO AL PUEBLO POR PILATOS
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... Llevaron
a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en
el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua. Entonces salió
Pilatos a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre?
Respondieron y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no te lo habríamos
entregado. Entonces les dijo Pilatos: Tomadle vosotros, y juzgadle según
vuestra ley. Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos está permitido dar
muerte a nadie; para que se cumpliese la palabra que Jesús había dicho, dando
a entender de qué muerte iba a morir. Entonces Pilatos volvió a entrar en el
pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Jesús le
respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí? Pilatos
le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes,
te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? Respondió Jesús: Mi reino no es de
este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para
que yo no fuera entregado a los
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LAS
CIGARRERAS
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JESÚS
ATADO A LA COLUMNA ES AZOTADO
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… Pilatos,
para contentar a la muchedumbre, mandó azotar a Jesús y lo entregó para que
lo crucificaran. Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio y
reunieron alrededor de él a toda la compañía, dando comienzo la flagelación.
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EL
VALLE
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JESÚS
ES CORONADO DE ESPINAS
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… Y los
soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza,
y le vistieron con un manto de púrpura.
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SAN
ESTEBAN
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JESÚS
TRAS SER CORONADO DE ESPINAS
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... Y en la
mano derecha le pusieron una caña, simulando ser un cetro. Doblando la
rodilla ante él, le decían de burla: “¡Salud, rey de los judíos!” Le
escupieron, le quitaron la caña y le pegaron en la cabeza. Terminada la
burla, le quitaron el manto, le pusieron su ropa y se lo llevaron.
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LA
MACARENA
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JESÚS
ESCUCHANDO SU SENTENCIA A MUERTE
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... Entonces
Pilatos salió otra vez, y les dijo: Mirad, os lo traigo fuera, para que
entendáis que ningún delito hallo en él. Y salió Jesús, llevando la corona de
espinas y el manto de púrpura. Y Pilatos les dijo: ¡He aquí el hombre! Cuando
le vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, dieron voces,
diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Pilatos les dijo: Tomadle vosotros, y
crucificadle; porque yo no hallo delito en él. Los judíos le respondieron:
Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí
mismo Hijo de Dios. Cuando Pilatos oyó decir esto, tuvo más miedo. Y entró
otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús:
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¿De dónde
eres tú? Más Jesús no le dio respuesta. Entonces le dijo Pilatos: ¿A mí no me
hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte y que tengo autoridad
para soltarte? Respondió Jesús: Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no
te fuese dada de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado
tiene. Desde entonces procuraba Pilatos soltarle; pero los judíos daban
voces, diciendo: Si a éste sueltas, no eres amigo de César; todo el que se
hace rey a César se opone. Al ver que es estaba formando un tumulto, tomó
agua y se lavó las manos de cara a la gente diciendo: “Soy inocente de esta
sangre, allá vosotros”.
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||
LA PAZ
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JESÚS
EN EL MOMENTO EN QUE LE COLOCAN LA CRUZ AL HOMBRO
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… Pero ellos
gritaron: ¡Fuera, fuera, crucifícale! Pilatos les dijo: ¿A vuestro Rey he de
crucificar? Respondieron los principales sacerdotes: No tenemos más rey que César.
Así que entonces lo entregó a ellos para que fuese crucificado. Tomaron,
pues, a Jesús, y le llevaron. Le colocaron la cruz al hombro e iniciaron el
camino hacia el monte Calvario.
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LA
CANDELARIA
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JESÚS
CON LA CRUZ A CUESTAS
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… Y Él,
cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota.
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PASIÓN
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... Le seguía
un gran gentío del pueblo y muchas mujeres que se golpeaban el pecho y
gritaban lamentándose por Él. Jesús les dijo: “Mujeres de Jerusalén, no lloréis
por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos, porque mirad que
van a llegar días en que digan: “Dichosas las estériles, los vientres que no
han dado a luz y los pechos que no han criado”.
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EL
SILENCIO
|
... Estas
piadosas mujeres están trastornadas por la desgracia que le ha caído en
suerte a Jesús. Pero Jesús les devuelve su propia compasión. Ellas no saben aún
lo que les espera pues las serias advertencias de los profetas las han echado
en saco roto. ¿Quiénes han tomado en serio en Jerusalén las lamentaciones de
Jesús?
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EL GRAN
PODER
|
... Con la
mano derecha sostenía la cruz sobre su hombro derecho; su mano izquierda,
cansada, hacía de cuando en cuando esfuerzos para levantarse su largo
vestido, con que tropezaban sus pies heridos. Cuatro soldados tenían a grande
distancia la punta de los cordeles atados a la cintura; los dos de delante le
tiraban; los dos que seguían le empujaban, de suerte que no podía asegurar su
paso. A su rededor no había más que irrisión y crueldad; mas su boca rezaba y
sus ojos perdonaban.
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LOS
GITANOS
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... Jesús ya
no podía andar; como los soldados tiraban de Él y lo empujaban sin
misericordia, cayó a lo largo contra esa piedra y la cruz cayó a su lado. Los
verdugos se pararon, llenándolo de imprecaciones y pegándole; en vano Jesús
tendía la mano para que le ayudasen, diciendo: "¡Ah, presto se acabará!",
y rogó por sus verdugos; mas los fariseos gritaron: "¡Levantadlo, si no
morirá en nuestras manos!".
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LAS
SIETE PALABRAS
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... Echaba
sobre su Madre una mirada de compasión, y habiendo tropezado cayó por segunda
vez sobre sus rodillas y sobre sus manos. María, en medio de la violencia de
su dolor, no vio ni soldados ni verdugos; no vio más que a su querido Hijo;
se precipitó desde la puerta de la casa en medio de los soldados que
maltrataban a Jesús, cayó de rodillas a su lado, y se abrazó a Él. Yo oí
estas palabras: "¡Hijo mío!" – "¡Madre mía!".
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LA O
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… A los dos
lados del camino había mujeres llorando y niños asustados. Sostenido por un
socorro sobrenatural, Jesús levantó la cabeza, y aquellos hombres atroces, en
lugar de aliviar sus tormentos, le
pusieron nuevamente la corona de espinas.
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LAS
PENAS
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JESÚS
CON LA CRUZ A CUESTAS EN UNA DE SUS CAIDAS
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... Jesús,
al pasar sobre una piedra gruesa, tropezó y cayó; la cruz quedó a su lado, y
no se pudo levantar. Algunas personas bien vestidas que pasaban para ir al
templo, exclamaron llenas de compasión: "¡Ah! ¡El pobre hombre se
muere!". Hubo algún tumulto; no podían poner a Jesús en pie, y los
fariseos dijeron a los soldados: "No podremos llevarlo vivo, si no buscáis
a un hombre que le ayude a llevar la cruz".
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SAN
ROQUE
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JESÚS
CON LA CRUZ A CUESTA ES AYUDADO POR EL CIRINEO
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… Cuando le
llevaban, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que venía del campo y le
cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús.
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ESPERANZA
DE TRIANA
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JESÚS
CON LA CRUZ A CUESTAS EN SU TERCERA CAIDA CON EL CIRINEO
|
… Le seguía
una gran multitud del pueblo y mujeres que se dolían y se lamentaban por él.
Jesús, volviéndose a ellas, dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí;
llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos.
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SAN
ISIDORO
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JESÚS
CON LA CRUZ A CUESTAS EN SU TERCERA CAIDA CON EL CIRINEO
|
… Cristo se
desploma de nuevo a tierra bajo el peso de la cruz. La muchedumbre que
observa está curiosa por saber si aún tendrá fuerza para levantarse.
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EL
VALLE
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JESÚS
CON LA CRUZ A CUESTAS Y LA VERONICA
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… Unos le
agredían, otros permanecían indiferentes ante tanta crueldad. Pero una mujer
llamada Verónica llegó a su altura y le presentó un paño extendido diciendo:
"Permitidme que limpie la cara de mi Señor". El Señor tomó el paño,
lo aplicó sobre su cara ensangrentada, y se lo devolvió, dándole las gracias.
Ella se le acercó y le enjugó el rostro con su velo. Aquel divino rostro,
cruelmente golpeado, ensangrentado y sudoroso suscitó en el corazón de Santa
Verónica la misericordia.
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JESÚS
DESPOJADO
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JESÚS
SIENDO DEPOJADO DE SU VESTIDURAS PARA SER CRUCIFICADO
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…Una vez
hubo llegado al Gólgota, los alguaciles quitaron a Nuestro Señor su capa, y
como no podían sacarle la túnica sin costuras que su Madre le había hecho, a
causa de la corona de espinas, arrancaron con violencia esta corona de la
cabeza, abriendo todas sus heridas. No le quedaba más que un lienzo alrededor
de los riñones.
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LA
ESTRELLA
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JESÚS
ESPERA SU CRUCIFIXIÓN
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... El Hijo
del hombre estaba temblando, cubierto de llagas y despedazados sus hombros
hasta los huesos. Habiéndole hecho sentar sobre una piedra le pusieron la
corona sobre la cabeza, y le presentaron un vaso con hiel y vinagre; mas Jesús
volvió la cabeza sin decir palabra.
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LA CENA
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JESÚS
ESPERA SU CRUCIFIXIÓN
|
… No le
quedaba más que un lienzo alrededor de los riñones.
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LA
EXALTACIÓN
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JESÚS
CRUCIFICADO EN EL MOMENTO DE LA EXALTACIÓN
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… Los
verdugos, habiendo crucificado a Nuestro Señor, alzaron la cruz dejándola
caer con todo su peso en el hueco de una peña con un estremecimiento
espantoso. Jesús dio un grito doloroso, sus heridas se abrieron, su sangre
corrió abundantemente. Los verdugos, para asegurar la cruz, la alzaron
nuevamente, clavando cinco cuñas a su alrededor. Fue un espectáculo horrible
y doloroso el ver, en medio de los gritos e insultos de los verdugos, la cruz
vacilar un instante sobre su base y hundirse temblando en la tierra; mas
también se elevaron hacia ella voces piadosas y compasivas. Las voces más
santas del mundo, las de las santas mujeres y de todos aquellos que tenían el
corazón puro, saludaron con acento doloroso al Verbo humanado elevado sobre
la cruz. Sus manos vacilantes se elevaron para socorrerlo; pero cuando la
cruz se hundió en el hoyo de la roca con grande estruendo, hubo un momento de
silencio solemne.
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MONTSERRAT
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JESÚS
EN LA CRUZ CON LOS DOS LADRONES CRUCIFICADOS
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Llevaban
además a otros dos malhechores para ejecutarlos con él. Le crucificaron a Ël
y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: «Padre,
perdónales, porque no saben lo que hacen» Se repartieron sus vestidos,
echando a suertes. Estaba el pueblo mirando; los magistrados hacían muecas
diciendo: «A otros salvó; que se salve a sí mismo si él es el Cristo de Dios,
el Elegido» Uno de los malhechores colgados le insultaba: «¿No eres tú el
Cristo? Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!» Pero el otro le respondió diciendo:
« ¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? Y nosotros con razón,
porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio, éste nada malo
ha hecho» Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino» Jesús
le dijo: «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso»
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LAS
SIETE PALABRAS
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JESÚS
EN LA CRUZ AL PRONUNCIAR LA TERCERA PALABRA - MUJER HE AHÍ A TU HIJO, HIJO HE
AHÍ A TU MADRE
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... Estaban
junto a la cruz de Jesús, su madre y la hermana de su madre, María mujer de
Cleofás, y María Magdalena. Cuando vio Jesús a su madre y al discípulo a
quien él amaba que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.
Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo
la recibió en su casa.
|
LA SED
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JESÚS
CRUCIFICADO AL PRONUNCIAR LA QUINTA PALABRA - TENGO SED -
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... Después
de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la
Escritura se cumpliese: Tengo sed. Y
estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre
una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca.
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SANTA
CRUZ
|
JESÚS
MOMENTOS ANTES DE EXPIRAR
|
… También
los soldados se burlaban de él y acercándose, le ofrecían vinagre y le decían:
«Si tú eres el Rey de los judíos, ¡sálvate!»
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EL
CACHORRO
|
JESÚS
ANTES DE EXPIRAR, TOMA UN ÚLTIMO ALIENTO
|
… De estas
palabras que dijo recuerdo solamente las siguientes: "Cuando mi voz no
se oiga más, la boca de los muertos hablará". Entonces algunos gritaron:
"Blasfema todavía". La hora del Señor había llegado: un sudor frío
corrió sus miembros, Juan limpiaba los pies de Jesús con su sudario. Cuando
Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es.
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EL
MUSEO
|
JESÚS
EN EL MOMENTO DE EXPIRAR
|
… Después
alzó la cabeza y gritó en alta voz: "Padre mío, en tus manos encomiendo
mi espíritu". Fue un grito dulce y fuerte, que penetró el cielo y la
tierra: enseguida inclinó la cabeza y rindió el espíritu. El velo del
Santuario se rasgó por medio y Jesús, dando un fuerte grito, dijo: «Padre, en
tus manos pongo mi espíritu» y, dicho esto, expiró.
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LA
LANZADA
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JESÚS
MUERTO EN LA CRUZ EN EL MOMENTO DE CLAVARLE LA LANZA LONGINOS
|
... Mas
cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las
piernas. Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza y al
instante salió sangre y agua. Y el que lo vio da testimonio y su testimonio
es verdadero y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis.
Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será
quebrado hueso suyo. Y también otra Escritura dice: Mirarán al que
traspasaron.
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LAS
AGUAS
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JESÚS
MUERTO EN LA CRUZ, UN ANGEL RECOGE EL AGUA QUE SALE DE COSTADO
|
… Y bajó un Ángel
y recogió el agua y la sangre que brotaba de la herida del costado.
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EL
CERRO
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JESÚS
MUERTO EN LA CRUZ, SIENDO OBSERVADO POR LONGINOS ARREPENTIDO
|
… Al ver el
centurión lo sucedido, glorificaba a Dios diciendo: «Ciertamente este hombre
era justo. Ciertamente era el Hijo de Dios» Y todas las gentes que habían
acudido a aquel espectáculo, al ver lo que pasaba, se volvieron golpeándose
el pecho.
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LA
HINIESTA
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JESÚS
MUERTO EN LA CRUZ
|
… María cayó
en los brazos de las santas mujeres, como si la lanza hubiese atravesado su
propio corazón
|
EL AMOR
|
… Y el sol
se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad
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LA
VERA-CRUZ
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||
LOS
JAVIERES
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||
LOS
ESTUDIANTES
|
… Había
algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena,
María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé,
|
|
SAN
BENITO
|
||
SAN
BERNARDO
|
||
EL BUEN
FIN
|
... cuando él estaba en Galilea, le seguían
y le servían; y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén.
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|
CRISTO
DE BURGOS
|
||
LOS
NEGRITOS
|
||
EL
CALVARIO
|
||
LA
CARRETERÍA
|
JESÚS
MUERTO EN LA CRUZ CON LOS DOS LADRONES CRUCIFICADOS
|
... Mientras
tanto el silencio y el duelo reinaban sobre el Gólgota. El pueblo atemorizado
se había dispersado; María, Juan, Magdalena, María hija de Cleofás y Salomé,
estaban de pie o sentadas en frente de la cruz, la cabeza cubierta y
llorando.
|
LA
TRINIDAD
|
JESÚS
SANGRA POR LAS CINCO LLAGAS Y ES DESCENDIDO DE LA CRUZ
|
... María,
las santas mujeres y Juan recogieron la sangre y el agua en frascos, y
limpiaron el suelo con paños.
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LA
QUINTA ANGUSTIA
|
JESÚS
ES DESCENDIDO DE LA CRUZ
|
... En
seguida José de Arimatea fue a ver a Pilatos, para pedir el cuerpo de Jesús;
pues con Nicodemus habían formado el proyecto de enterrar a Jesús en un
sepulcro nuevo, que había hecho construir a poca distancia del Calvario.
Aplicaron las escalas a la cruz para asegurarse de que Jesús estaba muerto, y
luego comenzaron la piadosa obra del descendimiento de la cruz, para
embalsamar el sagrado cuerpo del Señor. En seguida descendieron despacio el
Santo Cuerpo, bajando escalón por escalón con las mayores precauciones. Fue
un espectáculo muy tierno; tenían el mismo cuidado, las mismas precauciones
como si hubiesen temido causar algún dolor a Jesús.
|
SANTA
MARTA
|
JESÚS
ES TRASLADADO AL SEPULCRO
|
… Habiendo
descendido el Santo Cuerpo, lo envolvieron y lo pusieron en los brazos de su
Madre, que se los tendía poseída de dolor y de amor. Así la Virgen Santísima
sostenía por última vez en sus brazos el cuerpo de su querido Hijo, a quien
no había podido dar ninguna prueba de su amor en todo su martirio; contempló
sus heridas, cubrió de ósculos su cara ensangrentada, mientras Magdalena
reposaba la suya sobre sus pies.
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EL
BARATILLO
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JESÚS
YACE EN EL REGAZO DE LA VIRGEN
|
… Después de
un rato, Juan, acercándose a la Virgen, le suplicó que se separase de su Hijo
para que le pudieran embalsamar, porque se acercaba el sábado. María se
despidió de Él en los términos más tiernos.
|
LOS
SERVITAS
|
JESÚS
YACE EN EL REGAZO DE LA VIRGEN
|
… Entonces
los hombres lo tomaron de los brazos de su madre y lo llevaron a un sitio más
bajo que la cumbre del Gólgota, que ofrecía gran comodidad para hacer el
embalsamamiento.
|
LA
MORTAJA
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JESÚS
YACE EN EL REGAZO DE LA VIRGEN Y ES AMORTAJADO
|
... Y
envolvieron después el santo Cuerpo en un gran lienzo blanco. Cuando todos se
arrodillaron para despedirse de Él, se operó delante de sus ojos un gran
milagro: el sagrado cuerpo de Jesús, con sus heridas, apareció representado
sobre el lienzo que lo cubría, como si hubiese querido recompensar su celo y
su amor, y dejarles un retrato a través de los velos que lo cubrían. Era un
retrato sobrenatural, un testimonio de la divinidad creadora, que residía
siempre en el cuerpo de Jesús.
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SOLEDAD
DE SAN BUENVENTURA
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LA
VIRGEN AL PIE DE LA CRUZ, EN LA QUE HAY UN SUDARIO
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… Y las
mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron
el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. y regresando, prepararon aromas y
mirra.
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EL
SANTO ENTIERRO
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JESÚS
YACENTE EN LA URNA
|
... Los
hombres pusieron el sagrado Cuerpo sobre unas parihuelas de cuero, tapadas
con un cobertor oscuro. Nicodemus y José llevaban sobre sus hombros los palos
de delante, y el centurión Abenadar y Juan los de atrás. En seguida venían la
Virgen, Magdalena y María Cleofás, después las mujeres que habían estado
sentadas a cierta distancia, Verónica, Juana Chusa, María, madre de Marcos,
Salomé, mujer de Zebedeo; María Salomé, Salomé de Jerusalén, Susana y Ana,
sobrina de San José; Longinos y los soldados cerraban la marcha. Se
detuvieron a la entrada del jardín de José, que abrieron arrancando algunos
palos, que sirvieron después de palancas para llevar a la gruta la piedra que
debía tapar el sepulcro. Cuando llegaron a la peña, levantaron el santo
Cuerpo sobre una tabla larga, cubierta de una sábana. Era el día de la
Preparación, y apuntaba el sábado.
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SOLEDAD
DE SAN LORENZO
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LA
VIRGEN AL PIE DE LA CRUZ, EN LA QUE HAY UN SUDARIO
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… Y el sábado,
según el precepto, descansaron al ser el día de obligado reposo conforme al
mandamiento.
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LA
RESURRECCIÓN
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JESÚS
EN EL MOMENTO DE LA RESURRECCIÓN
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... Pero María
estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para
mirar dentro del sepulcro; y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que
estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo
de Jesús había sido puesto. Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo:
Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. Cuando había
dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era
Jesús. Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando
que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has
puesto, y yo lo llevaré. Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni!
(que quiere decir, Maestro). Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he
subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a
vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Fue entonces María Magdalena para
dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había
dicho estas
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EL
SANTO ENTIERRO
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ALEGORÍA
DEL TRIUNFO DE LA CRUZ SOBRE LA MUERTE
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... Cuando
llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las
puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo
de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. Y
cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos
se regocijaron viendo al Señor. Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a
vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho
esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
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EL SOL
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VARÓN
DE DOLORES
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Santo Cristo
Varón de Dolores de la Divina Misericordia. La imagen representa a Jesús
Resucitado, con las heridas producidas por la Pasión y la Corona de espinas.
Cristo abrazado a la Cruz con la mano izquierda y a sus pies aparecen
diferentes símbolos: el Cráneo de Adán, la Corona de espinas, los clavos de
la Crucifixión y la serpiente.
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LA
TRINIDAD
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ALEGORÍA
DE LA TRINIDAD
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La alegoría
representa a El Padre, en gesto amoroso, decreta la entrega de su Hijo para
que mediante su sacrificio en la Cruz y su Resurrección Gloriosa, la
Humanidad sea redimida. Su mano izquierda, sobre el pecho, en gesto paternal
y dolorido. Su mano diestra señala el mundo, destino de su Tarea Redentora,
que a los Pies de la Deidad Trina y Una aparece. Cristo, soporta sobre su
hombro izquierdo una Cruz arbórea de amplias proporciones, cuyo extremo
inferior descansa sobre el Mundo. El Espíritu Santo, Divina Paloma, se yergue
con las alas desplegadas a modo de amparo y protección de la humanidad.
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Los tres
haces de rayos que de Ella parten, uno por cada persona de la Divinidad,
representan la unidad de Dios y la Trinidad de Personas. Al lado del Hijo se representa la
Sinagoga, bajo la apariencia de mujer madura dormida, que en postura
genuflexa junto a los Pies de Cristo, descansando su cabeza sobre su brazo
izquierdo, recibe la Sangre derramada en su Pasión y Muerte, denotando así el
estado de sombras y sueños de la sinagoga, de la que despertará como la
Iglesia de Cristo que triunfa y se expande por la faz de la tierra. Tras la
Santísima Trinidad, está la efigie representativa de la Fe, mujer joven y dinámica,
para que de esa manera se manifieste que nuestra Fe no es fría, distante ni
obsoleta, sino que al contrario, es fundamental y necesaria.
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Sus ojos
levemente vendados, porque la Fe no es ciega, sino que hay que razonarla,
reflexionar y ahondar en ella. El Arcángel San Miguel, hiere con una lanza al
pecado, representado por la serpiente bíblica, como alegoría a la exclusión
del mal y su inaccesibilidad a cuanto rodea a la Divinidad Redentora. Los
cuatro Padres de la Iglesia Latina, que fueron los que la ilustraron acerca
de los misterios de nuestra redención: San Gregorio, San Ambrosio, San Agustín
y San Jerónimo.
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Entre ellos,
figura un pequeño ángel que simboliza el Amor Divino y lanza su dardo al
costado de Cristo. Aparecen dos querubes en actitud de alabanza a Dios y en
sus manos, en ademán de exaltación de los símbolos, uno porta una palma, por
el sacrificio de las persecuciones a la que la Iglesia se ha visto sometida a
lo largo de la historia y, el otro, como complemento, una Cruz como
representación de su triunfo sobre la tierra."
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domingo, 13 de octubre de 2013
LA PASIÓN SEGÚN SEVILLA
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