CONVENTO DE LA ENCARNACIÓN

CONVENTO DE LA ENCARNACIÓN

Está situado en la Plaza Virgen de los Reyes, antiguo Corral de los Olmos. Formaba parte del hospital de Santa Marta, fundado en 1385 por el arcediano de Écija Ferrán Martínez. En él se encuentra la Congregación de monjas Agustinas desde el siglo XIX, al que llegaron tras tener que dejar su propio convento en la Plaza de la Encarnación, como consecuencia de la nueva urbanización de la ciudad tras la ocupación francesa.

Del antiguo hospital queda la pequeña y recoleta plaza de Santa Marta y su Iglesia es la antigua capilla del hospital. Su presbiterio de planta cuadrangular está cubierto por una bóveda de paños sobre trompas en los ángulos y rematada por una linterna. Inicialmente formaba parte de la antigua Mezquita de los Osos. La bóveda de la nave es de nervaduras sobre cuatro ménsulas decoradas con los atributos de los Evangelistas y la clave con el Cordero Místico. Todo ello realizado en el siglo XIV. En el retablo mayor que es el que tenían en el antiguo convento, de estilo neoclásico, aparece el grupo escultórico de la Anunciación y los Santos Juanes del siglo XVII, obra del escultor Francisco Dionisio de Ribas.

En el muro lateral se encuentra un Calvario, a destacar la imagen de la Virgen por el hondo dramatismo que transmite, es de finales del XVII. Además cuenta con una buena colección de pinturas del siglo XVIII.

En el Coro bajo se custodian magnificas obras del XVII y XVIII, cómo el relieve de la Adoración de los Pastores de Francisco Dionisio de Ribas o la vitrina de Santa Egipcíaca.

En el Coro alto conservan una buena colección de pinturas murales del siglo XV y un relieve sobre el dintel de la puerta que representa la Virgen de la Leche, apareciendo la Virgen con el Niño Jesús.

En la Sacristía se conservan distintas piezas de orfebrería de indudable valor, como un Cáliz procedente de Italia o un relicario con forma de águila bicéfala.

Estas monjas son las encargadas de surtir a la Diócesis de las obleas para la Consagración, por lo que es tradicional la compra de los recortes de éstas por los sevillanos.